Jornada maratoniana de las grancanarias que concluía con un meritorio empate a dos ante el Club de Campo de Madrid, en el primer amistoso de las amarillas ante un equipo de su misma categoría. La «Leoncita» Stefi Antoniazzi, con dos dianas, fue clave en el partido para el equipo dirigido por Eugenio Paulón

Primera piedra de toque de las grancanarias ante un rival de su misma categoría, con el añadido de disputar el partido poco después de aterrizar en la capital del España.

A pesar de todo las jugadoras del Tabu respondieron a la perfección mostrando su compromiso desde el primer minuto, entrando concentradas en el choque, fruto de lo cual el equipo dispuso de dos penaltis córner a su favor y dos mano a mano de Giselle Juárez delante de la portera rival, pero el primer gol se resistía a subir al electrónico.

El Club de Campo penalizaba la falta de acierto de las grancanarias aprovechando una contra en la recta final del primer asalto, que las madrileñas lograban convertir en el 1-0.

A pesar del mazazo del tanto encajado, las pupilas de Eugenio Paulón mantenían las buenas sensaciones y el mismo patrón de juego, pero esta vez con la fortuna de su lado, logrando la igualada en el marcador tras materializar Antoniazzi un gol de desvío que hacía justicia en el marcador, tras una gran jugada por banda izquierda de las grancanarias, llegándose al descanso con el consabido 1-1 en el marcador.

Tras el descanso, Club de Campo adelantó su línea de presión obligando al Taburiente a jugar algo más replegadas que en la primera mitad, lo que incidió en la fluidez y rapidez del juego de las canarias.

En una bola perdida en el centro del campo fruto de su buena presión, vendría una contra que colocaba a las madrileñas nuevamente por delante en el electrónico (2-1).

Con el marcador en contra, Paulón reajustaba su defensa para contrarrestar la presión en la salida de las locales, lo que redundó en una recuperación de parte de la fluidez en su juego, volviendo a disponer de ocasiones claras para igualar el marcador, destacando una de revés de Omara Fabelo y un nuevo mano a mano de Giselle Juárez.

La valentía de las amarillas sería recompensada en una recuperación por derecha en una buena presión defensiva, que permitía desbordar a Natalia Déniz para conectar un gran centro al primer palo que Stefi Antoniazzi no perdonaba en boca de gol, desviando lo suficiente la bola como para anotar el 2-2, con el que se llegaba al final del encuentro.

Buenas sensaciones tras el primer compromiso serio de las chicas de Eugenio Paulón, que en la tarde de hoy tan solo contó con un solo cambio, lo que permitió a todas las jugadoras disputar muchos minutos e ir cogiendo experiencia.